Contemplamos con suma preocupación los acontecimientos sucedidos en los últimos días, se ha dado una normativa en la cual los encuestados debemos dar nuestro número de DNI, dirección y hasta teléfono para responder una encuesta propiamente dicha.
Quienes hayan trabajado alguna vez como encuestador sabrá que hay reticiencias de las personas para responder las preguntas del encuestador, es más esto se ahonda cuando les preguntan por quien van a votar; pensando quizá que pueden ser detectados o temerosos de expresar su opinión. Imagínenese que ese mismo ciudadano cuando se le pida DNI, dirección y teléfono, poco le va a faltar para salir huyendo.
Ya sabemos la famosa frase del ilustre mandatario de nuestra nación, el no puede elegir presidente pero si puede decidir quien no lo sea.
Ya sabemos de los exitosos métodos de este sistema partidario, a finales de los 90 buscó desesperadamente que MVLL y el partido de la escalera no sea elegido y para ello creó un monstruo que pensó manipular y evitarse investigaciones futuras, porque nuestro Presidente nunca fue absuelto de sus acusaciones solo regreso cuando prescribieron que es muy diferente, no lo olviden desmemoriados electores. Bueno retomemos el asunto del monstruo nipón con DNI peruano que al poco tiempo mismo Frankestein quiso eliminar a su creador el cual logró salvarse huyendo por techos y ventanas partiendo al exilio a gozar de sus bien consabidos ahorros.
Ahora al ver que la candidatura de Toledo marcha al frente de las encuestas y ver que su engreido Castañeda no despega en las encuestas, ha dado la orden, no lo duden, de frenar el avance de una manera ilegal violando los derechos básicos de la democracia, la libetad de expresión y libertad de pensamiento.
Ha dejado en el aire a las encuestadoras quienes basadas en las nuevas normas van a ver limitado su campo de acción.
Esperemos no aparezcan nuevas encuestadoras "respetuosas" de la nueva orden y empiecen a enviar señales diferentes con resultados cambiantes que defnitvamente si cambiarán el panorama electoral.
Mas confiemos en que el elector no se dejará engañar con éstas campañas sistemáticas que son una ofensa a la inteligencia del elector peruano.
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